Abbildungen der Seite
PDF
EPUB

lationibus innixus; falso quidem traducit maiorem humani generis partem, quam divini numinis providentia in ea Indiarum spatia vastissima dispersit.

Episcopus Chiapensis, cum cognovisset opusculum illud a Genesio conscriptum fuisse, et in eius manus venisset compendium eius operis hyspanice descriptum (latinum enim codicem tum temporis habere non potuit), intelligens quæ esset opinio Genesii, apologiam sequentem elucubravit in eos Indorum, qui pacifice absque alterius nationis degebant injuria invasores. oppresoresque, qui Indos oppressos 'detinent et ad mortem adigunt, cupiens illos ab omni injuria tueri defendereque. Apologiam autem dicavit serenissimo principi nostro Philipo, tum temporis huius regni gubernatione ab invictissimo Cassare Carolo patre cum imperio prefecto. Continebat apologia responsionem ad quatuor causas, quibus Sepulveda tuebatur eas Hyspanorum expeditiones et assignationes, quarum titulo Indos servitute premebant. Cum autem episcopus Sepulvedam Compluti confutasset totaque illa celebris academia Sepulveda opinionem damnasset seu parum sanam, vetans hac ipsa expressa causa ne opus excuderetur. Hec episcopi ac Sepulvedæ disceptatio ad aures Cæsaris in Germania tum agentis pervenit, qui anno salutis humanæ quinquagesimo primo supra millesimum et quingentesimum jussit ut convenirent in unum insignes tehologi ac jureconsulti simul cum senatoribus indiani pretorii, et ut tam episcopum quam Sepulvedam audirent statuerentque quod e republica maxime foret, data est primo Sepulveda copia fandi per unum diem. Episcopum vero per quinque dies dicentem audierunt, qui totam hanc Apologiam seriatim recitavit, ac denique multis hinc inde habitis disceptationibus, judicarunt expeditiones, quas vulgo conquistas dicimus, iniquas esse illicitas et injustas, atque ideo in posterum omnino prohibendas. De asignationibus vero, quas vulgo appellamus repartimientos, nihil decreverunt. Durabat enim rebellio quorundam tyranorum in peruranis regnis, tumultuabanturque aliæ provintiæ.

SUMARIUM SEPULVEDÆ.

Opus quod Sepulveda, theologus regius hystoriographus, adversos Indos composuit hæc in suma continebat argumenta, quibus expeditiones bellicas adversus Indos justas esse tuetur, dummodo bellum legitime et rite inferatur, sicuti reges Hyspaniæ hactenus inferri preceperunt.

Primo profert quod illæ gentes barbaræ sunt literarum et politiæ rudes, prorsus expertes, brutæ et omnino indociles nisi ad artes mechanicas, vitiis obrutæ, crudeles, ac eo ingenio ut aliorum arbitrio natura doceat illas esse gubernandas, sicuti variis temporibus multi homines fide digni, interposito sacramento, asseruerunt, qui illos et cum eis familiariter convixerunt, et sicuti etiam apparet ex libro 3, c. 6, generalis Indiarum hystoriæ excussæ et approbatæ per supremum senatum indianum.....

[ocr errors]

APENDICE XXV1.

PROPOSICIONES TEMERARIAS, ESCANDALOSAS Y HERÉTICAS QUE NOTÓ EL DOCTOR SEPULVEDA EN EL LIBRO DE LA CONQUISTA DE INDIAS, QUE FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, OBISPO QUE FUÉ DE CHIAPA, HIZO IMPRIMIR «SIN LICENCIA » EN SIVILLA, AÑO DE 1552, CUYO TÍTULO COMIENÇA:

Aquí se contiene una disputa ó controversia.

Sufriendo y callando, pensé de alcançar del señor obispo de Chiapa que me dexase vivir en paz y entender en otros estudios sin cuidado de viejas dissensiones, aviendo ya dado el fin que deseaba á la disputa y controversia que con él, y por causa suya, con algunos theólogos doctos tuve sobre la justicia de la conquista de Indias, y por eso no avia respondido á las réplicas que hizo contra la respuesta que yo di en la congregacion de los Consejos á doze obiectiones suyas «ad caninos latratos quibus mean famam lacessere conatus est», diziendo que escrivo cosas escandalosas contra toda verdad evangélica y contra toda xpiandad, y llamándome fautor de tiranos, estirpador del género humano, sembrador de ceguedad mortalissima; y todo esto, porque defiendo la verdad contra el error que él sembró, del cual, nascieron grandes males acá y en el mundo nuevo: mas, segun veo, ni él puede estar en paz ni dar á los otros sosiego, «qui non satis habuit virus acerbitatis suæ apud paucos viros gravissimos quos

1 Este opúsculo está copiado de un ms. que posee el Sr. D. Pascual de Gayangos y que consta de veintisiete hojas en cuarto español, de letra, al parecer, de fines del siglo xvi ó principios del siguiente. Este escrito, no contenido en las obras completas de G. de Sepúlveda, no sé que fuera hasta ahora conocido, y su autenticidad resulta indudable de su mismo contenido.

que patientiam abusus est offendisse nisi in presenti bello etiam homines preclari facinoris testes, et spectatores constituere.» Assí que me ha puesto en necesidad de responder por mi honrra, «nequis silentium conscientiam interpretetur.» Aunque mi particular injuria todavía la sufriera y disimulara, si no fuera mezclada con la causa comun y afrenta y desacato que él haze á Dios sembrando doctrinas impias, y á nuestros reyes y nascion atribuyéndoles tiranía y público latrocinio por público pregon de escriptura impresa, sin licencia, y así no responderé más de aquello que á esto principalmente toca.

Pero antes de todo, me pareze cosa necessaria, porque él cuenta de palabra y por escripto muchas cosas deste negocio, como le place, referir en breve, fiel y verdaderamente lo que pasa, tomándolo del principio.

Al tiempo que ciertos religiosos vinieron de Indias, enviados de los españoles conquistadores que allá estavan, al Emperador y Rey, nuestro señor, sobre ciertas ordenanças que avia hecho, como esto fuese causa que se hablase mucho en la corte de la justicia ⚫ de la conquista de Indias, é el Rmo. Cardenal y Arçobispo de Sivilla, presidente del Consejo de Indias, aviendo oydo dezir al doctor Sepúlveda que él tenia por justa y sancta la conquista, haziéndose como se devia y como se suelen hazer las guerras justas, y lo provaria muy á la clara, le exhortó que escriviese sobre ello, que haria servicio á Dios y al Rey; y así escrivió un libro en pocos dias, el qual, como fué visto y aprovado de todos los que lo leyeron en la corte, lo presentó en el Consejo real de Castilla, pidiendo licencia para imprimirlo, é dióse á examinar primero, al doctor Guevara, del mesmo Consejo; tras él á fray Diego de Victoria, y despues al doctor Moscoso, porque el doctor Sepúlveda lo pidió assí, que se cometiese á muchos por más autoridad; y como por cada uno de ellos fué aprovado estándose para dar licencia, se interpusieron ciertas personas de autoridad del Consejo de Indias, diziendo: que aunque el libro fuese muy bueno no convenia por entónces se imprimiese. Puesto este impedimento, el doctor Sepúlveda escrivió al Emperador dando quenta de lo que pasava, y su Magestad le respondió muy humana

mente y le embió vna cédula para el Consejo real en que mandava que se viese bien el libro, y no aviendo en él cosa substancial, porque no se hiziese, se diese licencia para imprimirlo; entónces se cometió de nuevo al licenciado Francisco de Montalvo, y tambien le aprovó. A este tiempo liegó de las Indias el Obispo de Chiapa, y sabiendo con favor y ayuda de otros á quien pesava de la impresion del libro, hizo que el libro se cometiese de nuevo, con pensamiento de hazer con arte y negociaciones lo que hizo. Cometióse á Salamanca y á Alcalá, donde el Obispo, con negociaciones y fictiones y favores hizo lo que quiso. Así que los de Alcalá respondieron que les parecia que el libro no se devia imprimir, y no dieron razon dello aunque les avia sido mandado por la carta del Consejo real. Los de Salamanca respondieron lo mismo, y dieron las razones tales que fueron avidas en el Consejo real por frívolas y de poco peso. El doctor Sepúlveda se quexó deste agravio y suplicó al Consejo real y al Príncipe, nuestro señor, mandase venir de Salamanca y Alcalá los más doctos theólogos que huviese instructos, á disputar con él aquella question delante del Consejo real y de algunos theólogos doctos que fuesen juezes: despues desto, el Emperador, que por ventura fué consultado sobre ello, mandó que se juntasen con el Consejo de Indias, ciertas personas de todos los otros Consejos y quatro theólogos, los quales todos vinieron señalados como avian sido nombrados de acá por el Consejo de Indias, y de los quatro theólogos, los tres eran frayles dominicos, hombres doctissimos, pero tan sospechosos en la causa por aver escrito y predicado que la conquista era injusta, que el fiscal del Consejo real se opuso de palabra y por peticiones, diziendo que el Emperador avia sido engañado en nombrar aquellos padres, que pedia entrasen otros theólogos en lugar dellos, ó á lo ménos acompañados, y nombró algunos, y entre ellos al doctor Moscoso y al doctor Sepúlveda; pero al fin se concluyó que no se innovase nada contra la comision de su Magestad, salvo que el doctor Sepúlveda entrase en la congregacion, no por juez, sino á dezir lo que sentia en lo que su Magestad mandava que se tratase en la congregacion y diese las razones dello, delante de aquellos señores, y así lo hizo en la priTOMO LXXI.

22

« ZurückWeiter »