A LA ILUSTRISSIMA SEÑORA! DONA MARIA DE GUZMAN. Lcandida SONETO. A rosa de Amarylida hermosura la breve edad al ramo que la cría, SONETO. Inde tu ciencia, y con temor retira LA : CANTO Ι. LLEGA ULYSSES A LA ISLA Y CASA de Circe, donde le refiere su peregrinacion, y lo que le sucedió con los Lestrigones y Lothophagos. que del sacro artifice del oro TU cientifica y hermosa procediste, Circe, que al blanco cisne, al rubio toro, forma a la humana, que corrió fortuna Tom. III. A Ya Ya seas del humor del Oceáno,... y del calor del sol blanda mixtura, para philosophar del cuerpo humano la natural distinta arquitectura; ya de la ciencia Chymica la mano, con que el Mercurio transformar procura: muda mi ingenio, pluma, voz y acentos, y a physica moral mis pensamientos. Yo cantaré tu engaño y tu hermosura con alma Pythagorica Ovidiana, dulce veneno en oro', en nieve pura transformaciones de la vida humana, y como passa la virtud segura, la ciencia ilustre, y la prudencia cana: que no puede oprimir violencia de arte del sabio Ulysses la celeste parte. Vos unica excepcion de la Fortuna, que no suele premiar merecimientos, Ilustrissimo Conde, a quien ninguna pudo aumentar mas altos pensamientos: vos ya del sol resplandeciente luna, que con su misma luz los elementos bañais de claridad y de alegria, entre dos mundos dividiendo el dia: Que mientras duerme el sol, velando puede substituir su luz vuestro cuidado, pues tanta parte del gobierno os cede, Vos que por bien universal tuvistes y a methodo politico truxistes la descompuesta edad, alto destino, solo digno de vos, en quien el cielo iguales hizo entendimiento y zelo. Si vuestro padre honró en Italia a España, y en España la sangre, que en Sevilla. por tan alto valor, por tanta hazaña. dió Reyes generosos a Castilla: ¿qué pluma os sirve? qué lisonja engaña? pues en lugar tan alto maravilla que hablando en vos, aunque artificio sea, la verdad a la pluma lisonjea. Para satisfacer a vuestro claro ingenio, excelso Principe, debie ra daros elogios, que de marmol Paro y oro inmortal la eternidad vistiera. Las letras, de quien hoy divino amparo, por las que vos teneis, os considera España, a vuestra sombra de honor llenas, crecen, y os llaman inclito Mecenas. Assi veneracion en la florida Aurora de la edad vuestra dichosa Oid 1 Oid pues, generoso descendiente de aquel, heroico Pedro y claro Henrique, a quien Sidonia coronó la frente, sin que en la vuestra novedad implique oid de Ulysses la virtud prudente, por mas que Circè venenosa aplique la confeccion de su hermosura y gracia, veneno igual al Musico de Thracia. Ya la, Discordia por muger nacida de la hermosura facil y el deseo, en sangre, en fuego, y en furor teñida, y esparcido el cabello Meduseo: de la llama fatal de la encendida misera Troya, en hombros de Apogeo, vestida de una nube polvorosa miraba la Tragedia lastimosa. Ya caminaba fugitivo Eneas, incredulo a la flecha de Laocontes, con los Penates y las sacras Deas, que trasladó por varios Orizontes: coronado de mimbres y de Neas el Tibre levantaba a siete montes la florida cerviz, y el orbe Hesperio, nido a las aves del Romano Imperio, Hécuba triste entre cenizas viles sus muertos hijos tremula buscaba: por otra parte la crueldad de Achiles con triste voz Andromaca lloraba: con puntas de marfil hebras sutiles Casandra sobre el thalamo peynaba de su difunto esposo, y de oro y de oro y nieve labraba su dolor sepulcro breve. LO A Pa |