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tesi de haber sido engañados alguna vez. Es forzoso conocer y confesarlo, que se llaman mala é indebidamente liberales los que asi lo hacen en España; pero que por un fatal principio parece imposible ser religioso y liberal. Hemos visto con dolor en las tres épocas descollar sobre todos con el epiteto de liberales á los que eran mas libres en sus costumbres y creencia; mas claro, á los tenidos por impios y disolutos; y hemos visto tambien afiliárseles la gente que adolecia de igual contagio, ó que con ellos se contagiára. Mas será siempre cierto, y mal que les pese, que los españoles, en la capital y en los pueblos todos, el dia del santo Angel Custodio y los demas dias se mueven á sus funciones y son animados porque la Religion se lo inspira, se lo ha enseñado, y no lo deja nunca de

́enseñar.

Triste condicion la de nuestros progresistas! ¡y mas triste aun la de nuestra patria! Hemos pasado ya por todas las fases de la revolucion sin nada de ventajas, y sin aprender nada. Ellos son los que eran al principio, y nosotros no tenemos como en otras naciones el placer de verlos mejorados, ó al menos mas cautos, á pesar de las fuertes lecciones de las fuertes lecciones que han recibido en sus reveses. No retrogradan, y la mayoría del pueblo, mas sábia y piadosa que ellos, tampoco es posible la separen de sus ideas, ni la hagan perder un dedo de terreno, del en que se ha fijado: la lucha es terrible; la disyuntiva á que nos precisan, imponente y de consecuencias; ó desechar las ideas de novedad, ó proscribir la Religion, porque segun nos demuestran y se empeñan en llevar adelante, sin jamás ceder ni desistir, es incompatible lo uno con lo otro: las ideas democráticas son obra de los hombres; la Religion es obra de Dios. ¿Quién vencerá?

Imitáran siquiera por esta vez la conducta de otras

naciones, de las que todo lo aprenden, si no es bueno! Estamos en la adolescencia de la revolucion, en el tercer periodo; en el mismo estan en Francia; allí se está verificando una reaccion portentosa á favor de la Religion; aquí seguimos contra ella como empezamos: planta tan venenosa ¿se aclimatará? En fin, españoles, sabedlo bien; ó impios ó liberales, si sois religiosos os tendrán os tendrán por serviles; ¿qué direis á esos necios? ¿á esos que ni saben lo que es libertad ni Religion? ¿á esos, no serviles, pero sí seres viles, esclavos de las pasiones á que les arrastra su engaño y su error, qué les direis? ¿abandonareis vuestra Religion por imitarlos en sus locos desvaríos? No! Ellos, para no tener que aparentar Religion alguna vez mintiendo, querian hacerla desaparecer de España, y hacer cesar los dias de fiesta; no han triunfado, no lo han conseguido. ¡No consigan nada! Sean ellos lo que quieran, ó aquello á que el Dios justo los abandone; y nosotros seamos fieles, constantes y firmes en la ob servancia de nuestras prácticas religiosas, pero inspiradas por un corazon puro, una conciencia buena, y una fe no fingida, animada de las buenas obras, Dios y su Religion vencerán.

ADVERTENCIA.

En esta Redaccion se han recibido dos cartas del señor D. Manuel Lopez Cepero, Canónigo de Sevilla, en reclamacion del tratamiento de semi-hereje y blasfemo que se le dá en el artículo Necrologia de los institutos religiosos, párrafo 1. Cuando recibi

mos la primera la hicimos ver al autor del artículo, que no está con nosotros, y con el que deberán entenderse todos los procedimientos de que intenta hacer uso el señor Cepero. Esta Redaccion sabe que ambos estan en contestaciones: allá se las vean. Por nuestra parte no tenemos que retractarnos de lo que no hemos dicho, que es lo que pide el señor Cepero; mas en prueba de la aversion con que miramos siempre esta clase de ataques personales, y mas cuando son infundados, ofrecemos, llegado que sea el caso de la segunda edicion, suprimir en su lugar los tan denigrantes apelativos, y hasta el párrafo, si fuere necesario. Ademas se pondrán las iniciales, como parece estaban en el folleto Sevilla libre, las cuales, á la verdad, pueden ser acomodables á otros muchos nombres.

OTRA. Cuando dijimos en la pag. 57 del Apéndice al tomo IV, segunda época, «que su Santidad ha prorogado recientemente el indulto cuadragesimal, y que se ha publicado asi, en lo que no cabe duda», nos teniamos adquiridos antes los datos necesarios para poderlo asegurar: de nuevo nos ratificamos en que es verdadero y legítimo el indulto, y salimos garantes á ello. Entrar en polémica y antilogias con otras cosas no es del caso; pero no se quedará sin respuesta el que dé la firma en contra.

OTRA. Las novelas y folletos impios que hemos censurado y denunciado en nuestra obra, con especialidad la horrenda titulada el Casamiento de Cristo, sabemos se han llevado á Andalucia. El Excmo. señor Obispo de Córdoba, y el señor Vicario capitular de Málaga harán su deber, segun su celo, acreditado muy bien por la Religion: en sus diócesis han entrado con abundancia.

ESTADO ACTUAL

de los señores Párrocos con respecto á
su dotacion.

Señores de la suprema Junta diocesana del arzobispado de Toledo. =Don Eugenio Almor Palafox, Cura párroco de la villa de Valdepiélagos, en el departamento decimal de Madrid, lleno del sentimiento mas profundo, no puede menos de levantar su débil voz, y dirigirla á VV. SS., á fin de que enterados de la tristísima y deplorable situacion en que se encuentran el culto y clero de la espresada demarcacion, se sirvan tomar las medidas que conceptúen mas á propósito para poner término al estado degradante de una clase y un objeto dignos de mejor suerte en una nacion católica y civilizada. El esponente, Señores, guardaria el mas profundo silencio, y viviria resignado en medio de sus privaciones, si el interés sagrado del culto, y el honor de su dignidad no le compeliesen á interrumpirlo, en vista de un acontecimiento bien reciente, y puede decirse escandaloso, que acaba de tener lugar en medio de la capital del reino católico por antonomasia. Es el caso, Señores, que el señor Intendente de Madrid, de acuerdo sin duda con la Junta diocesana, convocó por el Boletin oficial del ocho de diciembre último á todos los Párrocos y Mayordomos de fábrica de los partidos de Talamanca, Uceda y Buitrago, para que acudiesen á la capital

TOM I.

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del ocho al once de enero á cobrar doscientos ducados los primeros, y quinientos reales las segundas, á cuenta de sus asignaciones; y las Religiosas de dentro y fuera del claustro, y los Regulares esclaustrados y secularizados, su media pension por solas dos mensualidades. El señor Intendente y demas miembros de la espresada Junta, animados del mejor celo, y deseosos de hacer justicia al culto y clero, habian tomado sus medidas, y dictado sus órdenes al efecto; empero la oficina de liquidacion no fue sin duda del mismo dictamen, sino que haciendo ilusorio el mandamiento de la Junta, quiso poner, y puso á toda prueba el sufrimiento de los Sacerdotes del Altísimo. En efecto, Señores, la necesidad, mejor diré, la miseria á que se encuentra reducido el clero, hizo que bien pronto acudiesen los convocados con la esperanza de encontrar un alivio á su indigencia; mas¡ cuál no fue su sorpresa, cuando en lugar de la prometida asignacion, se encontraron sumidos en el escarnio, oprobio y abyeccion de un positivo engaño! No me detendré yo, Señores, á describir lo poco decente y frio de un portalon, sin asiento alguno, en donde con el sombrero en la mano, esperaban, y esperaban en vano, los Ministros de la Religion, desde las nueve de la mañana á las tres de la tarde, la venida de un pagador, que, ó no venia, ó si venia era para intimarles una despedida bien poco satisfactoria; mas no puedo pasar en silencio el que una cédula fija en aquel recinto, manifestaba á los representantes de las Religiosas, á los esclaustrados y secularizados, que se suspendia el pago de las dos mensualidades prometidas, hasta que se cubriesen las asignaciones de los Párrocos y las fabricas; ¡ especioso y frívolo pretesto! pues trascurrieron los cuatro dias designados, y entre ellos hubo dia en que no se pagó á nadie, dia en que se

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